ARAÑAS, ESCORPIONES Y MURCIELAGOS
Picaduras peligrosas: a qué animales hay que temerles
Motivan hasta 700 consultas anuales en nuestra región y se potencian en esta época del año
La muerte de un chico de 8 años en Córdoba a causa de la picadura de un escorpión (o alacrán) reinstaló la alarma en torno a un problema que vuelve con cada verano: el de los insectos (y otros animales) peligrosos. Sólo en el Servicio de Toxicología del Hospital de Niños de nuestra ciudad se atienden anualmente hasta 700 consultas por este tema. Y si en septiembre el número de casos comienza a crecer, es entre diciembre y febrero que la frecuencia de los episodios se hace diaria.
Así lo indican desde ese servicio, donde el "ranking" de picaduras peligrosas está encabezado por las arañas (42,7%), los alacranes (14,2%) y los ofidios (12,1%). Indagando en otros ámbitos de la salud pública aparecen otras presencias preocupantes que estimulan llamados a la prevención: entre ellos el mosquito Aedes Aegipty (vector del dengue) y los murciélagos, en los que se detectaron 28 casos de rabia (distinta a la de perros y gatos) entre 2009 y 2010.
Según indica Ana María Girardelli desde el mencionado servicio del Hospital de Niños, el ritmo biológico de los animales y la mayor actividad de las personas al aire libre explican el crecimiento del número de casos de intoxicaciones por picaduras o mordeduras de animales ponzoñosos en esta época del año.
Entre las especies que se pueden encontrar en la región y cuya picadura puede resultar letal, se cuentan los escorpiones. "En la región hay dos, uno de los cuales puede implicar riesgo para la vida del paciente", indica Girardelli.
Se trata del Tityus trivittatus trivittatus, que se caracteriza por su color castaño rojizo y por presentar en el cuerpo tres bandas longitudinales que resaltan claramente. La peligrosidad de su veneno depende de la cantidad inoculada, del lugar anatómico de la picadura y la edad de la víctima (niños y ancianos son más vulnerables), entre otras variables.
Estos insectos se pueden encontrar dentro de los edificios en los pisos altos, en sótanos, cámaras subterráneas, en cortezas de árboles, grietas o entre los escombros. Generalmente atacan al hombre cuando se sienten apretados, pese a que en ocasiones se encuentran excitados o agresivos.
Entre los signos y síntomas que produce la picadura se cuentan los locales (dolor, edema, eritema localizado, sensación de adormecimiento) y generales (piel pálida y sudorosa, cefalea, vértigo, somnolencia o excitación y delirio, afectación cardíaca, vómitos, cólico intestinal, relajación de esfínteres y alteraciones visuales).
En la región hay otra especie de escorpión, el bothriurus bonariensis, que es de color negro y mide 65 o 70 milímetros, pero es menos peligroso y su picadura sólo produce dolor local.
VIBORAS Y ARAÑAS
Otra de las especies que genera más consultas es la araña "de los rincones", que aunque sólo pica cuando se siente atacada, convive en lugares oscuros y poco frecuentados de los domicilios. Entre los síntomas generales que puede producir su picadura se cuenta el decaimiento, las cefaleas, los dolores musculares, la alteración de la coagulación y la afectación de la función renal, capaz de comprometer la vida del paciente.
En lo que hace a las consultas por picaduras de víboras en La Plata y Gran La Plata son poco comunes y se refieren a culebras, que no son venenosas. Las que entrañan riesgo de vida tienen que ver con una especie de ofidio que no está en la región, aunque sí en la costa atlántica o más al norte de la provincia: la Yarará grande o víbora de la Cruz.
A la lista se suman otros insectos preocupantes. Entre ellos, el mosquito Aedes Aegipty, responsable de ser vector del dengue. Y los murciélagos, entre los que en 2009 y 2010 se reportaron 28 casos de rabia, según indican desde el ministerio de Salud bonaerense.
Así lo indican desde ese servicio, donde el "ranking" de picaduras peligrosas está encabezado por las arañas (42,7%), los alacranes (14,2%) y los ofidios (12,1%). Indagando en otros ámbitos de la salud pública aparecen otras presencias preocupantes que estimulan llamados a la prevención: entre ellos el mosquito Aedes Aegipty (vector del dengue) y los murciélagos, en los que se detectaron 28 casos de rabia (distinta a la de perros y gatos) entre 2009 y 2010.
Según indica Ana María Girardelli desde el mencionado servicio del Hospital de Niños, el ritmo biológico de los animales y la mayor actividad de las personas al aire libre explican el crecimiento del número de casos de intoxicaciones por picaduras o mordeduras de animales ponzoñosos en esta época del año.
Entre las especies que se pueden encontrar en la región y cuya picadura puede resultar letal, se cuentan los escorpiones. "En la región hay dos, uno de los cuales puede implicar riesgo para la vida del paciente", indica Girardelli.
Se trata del Tityus trivittatus trivittatus, que se caracteriza por su color castaño rojizo y por presentar en el cuerpo tres bandas longitudinales que resaltan claramente. La peligrosidad de su veneno depende de la cantidad inoculada, del lugar anatómico de la picadura y la edad de la víctima (niños y ancianos son más vulnerables), entre otras variables.
Estos insectos se pueden encontrar dentro de los edificios en los pisos altos, en sótanos, cámaras subterráneas, en cortezas de árboles, grietas o entre los escombros. Generalmente atacan al hombre cuando se sienten apretados, pese a que en ocasiones se encuentran excitados o agresivos.
Entre los signos y síntomas que produce la picadura se cuentan los locales (dolor, edema, eritema localizado, sensación de adormecimiento) y generales (piel pálida y sudorosa, cefalea, vértigo, somnolencia o excitación y delirio, afectación cardíaca, vómitos, cólico intestinal, relajación de esfínteres y alteraciones visuales).
En la región hay otra especie de escorpión, el bothriurus bonariensis, que es de color negro y mide 65 o 70 milímetros, pero es menos peligroso y su picadura sólo produce dolor local.
VIBORAS Y ARAÑAS
Otra de las especies que genera más consultas es la araña "de los rincones", que aunque sólo pica cuando se siente atacada, convive en lugares oscuros y poco frecuentados de los domicilios. Entre los síntomas generales que puede producir su picadura se cuenta el decaimiento, las cefaleas, los dolores musculares, la alteración de la coagulación y la afectación de la función renal, capaz de comprometer la vida del paciente.
En lo que hace a las consultas por picaduras de víboras en La Plata y Gran La Plata son poco comunes y se refieren a culebras, que no son venenosas. Las que entrañan riesgo de vida tienen que ver con una especie de ofidio que no está en la región, aunque sí en la costa atlántica o más al norte de la provincia: la Yarará grande o víbora de la Cruz.
A la lista se suman otros insectos preocupantes. Entre ellos, el mosquito Aedes Aegipty, responsable de ser vector del dengue. Y los murciélagos, entre los que en 2009 y 2010 se reportaron 28 casos de rabia, según indican desde el ministerio de Salud bonaerense.
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